Este año 2021 llega a su fin, y ello coincide con la finalización del Máster en Didáctica de ELE que he estado cursando durante este tiempo. Por lo tanto, es momento de hacer balance.
Realmente ha sido un año de gran esfuerzo en mi formación como docente de ELE. Un curso académico que empezó en octubre del 2020 y, a través del cual, he podido vivir experiencias que de otro modo nunca habría tenido la oportunidad, tal y como están las cosas.
He trabajado tanto de manera individual como en grupo para realizar actividades dirigidas. En el caso del trabajo en grupo, ha sido muy enriquecedor el hecho de haber contado con la participación y aportación de otros profesores de ELE, poniendo en común ideas desde diferentes puntos de vista a raíz de las vivencias personales de cada uno. En algunos casos, el hecho de haber estudiado en línea ha sido también positivo al poder conectar con otros docentes de ELE que imparten clases desde diferentes lugares del mundo. Sin duda, ha sido la mejor opción dado el período de tiempo que nos había tocado vivir con la pandemia. A pesar de la distancia, se han establecido vínculos afectivos entre compañeros de máster, llegando a sentir un gran aprecio hacia algunos de ellos. En tan poco tiempo se ha creado tal grado de complicidad entre nosotros que, a día de hoy, puedo afirmar que he hecho nuevos amigos y muy buenos, con los que espero seguir teniendo contacto durante mucho tiempo.
También he tenido la oportunidad de trabajar en la editorial Difusión, formando parte y conociendo el funcionamiento de un equipo editorial desde dentro. He podido, además, dar clases presenciales como profesor de ELE en Tropical Coast Languages, una academia de idiomas de Almuñécar (Granada). Se trata de experiencias laborales que me han aportado conocimientos prácticos muy necesarios.
He intentado aprovechar tanto el conocimiento teórico como el práctico para hacer el TFM, el cual ha consistido en una propuesta didáctica para enseñar expresiones idiomáticas a través del humor gráfico a alumnos anglófonos de nivel C1. El haber dibujado más de diez tiras cómicas para esta propuesta didáctica hizo que tardase un poco más en terminarla. Pero al final no me pilló el toro y conseguí entregarlo a tiempo.
El día de la presentación y defensa, las miembros del tribunal me apuntaron algunas mejoras y me plantearon cuestiones de las que tendré que reflexionar. Pero, en general, el trabajo tuvo muy buenas valoraciones y, aunque no es totalmente perfecto, se valoró el esfuerzo y el buen hacer, calificándolo con un sobresaliente (10).
En conclusión, estoy muy satisfecho con los conocimientos adquiridos y las experiencias que me ha aportado este máster. Ahora ya soy un masterado en vez de un masterando, y no sé si en el futuro llegaré a ser un doctorando. Lo que sí voy a intentar es seguir creando material para enseñar contenidos ELE a través del humor gráfico, e utilizaré este blog para reflexionar sobre ello.
Espero poder ver alguna muestra de interés en próximas publicaciones y comentarios en el blog.
¡A seguir reflexionando sobre la docencia de ELE con humor gráfico!