La tecnología en la enseñanza de ELE

Había un estudiante, llamado Abelardo, al cual consideraban mal alumno. Su profesora, Clodomira, era una docente excepcional: a menudo explicaba a través del pensamiento visual, dibujando fantásticos esquemas en la pizarra, los cuales resultaban de gran ayuda al resto de estudiantes para comprender cada lección.

Sin embargo, Abelardo parecía mostrar cierta animadversión por aquellas explicaciones y se sentaba al final del aula, intentando escabullirse y alejarse de toda esa clase magistral. Sus calificaciones con Clodomira eran, por ende, las peores. Esta profesora, en un intento por animar al alumno a acercarse, integrarlo en la clase como un protagonista más junto con el resto de compañeros en ese proceso de enseñanza-aprendizaje, fomentando la participación de todos por igual; le llegó a ofrecer que se sentara en su misma mesa, ¡en la de la propia Clodomira! Pero Abelardo seguía mostrándose reticente con cada propuesta y todas las rechazaba. Su falta de interés por esa asignatura en concreto hizo que Clodomira reflexionara sobre su metodología de enseñanza, sin encontrar solución alguna.

Un buen día, sustituyeron el pizarrón rectangular de madera, con su color verde oscuro, por una pizarra digital, interactiva, conectada a un ordenador, con su videoproyector con colores claros y vivos. Desde entonces, Abelardo siempre se sentó en la primera fila, atendiendo a su profesora e interesándose por su particular manera de enseñar. Este alumno comenzó a aprender un montón gracias a la metodología llevada a cabo por Clodomira, convirtiéndose en el mejor estudiante de la clase y el que sacaba las calificaciones más altas.

¿Qué puede aportar la tecnología a la enseñanza de lenguas extranjeras?

En esta historia, Clodomira acabó descubriendo que el problema de Abelardo era su alergia a la tiza; pero también tuvo que empezar a sacarle provecho a la tecnología una vez instalada en el aula.

Pienso que la tecnología puede aportar cosas muy positivas a la enseñanza de lenguas extranjeras; tanto para clases presenciales como semipresenciales y, sobre todo, en las no presenciales; siempre y cuando se utilicen correctamente y se inserten en la enseñanza de forma adecuada. Esto es porque, como todo, por muy útil que sea algo, si no se aprovechan bien sus recursos, acaba convirtiéndose en ineficaz. Por ello, los profesores deben acostumbrarse a los continuos cambios de los nuevos tiempos, adaptándose a las nuevas tecnologías para sacarles el máximo partido en sus clases.

No obstante, según el modelo de competencias clave del profesorado de lenguas segundas y extranjeras del Instituto Cervantes, los docentes deben servirse de las TIC para el desempeño de su trabajo, lo cual está directamente relacionado con el hecho de ser capaces de organizar situaciones de aprendizaje. Dicho de otra manera: que la integración de la tecnología en la enseñanza de lenguas extranjeras partirá de una reflexión previa por parte del docente para su posterior uso correcto en la práctica.

Según Zangara (2009), conviene dejar de pensar en las prácticas de enseñanza previas a la tecnología para pasar a reflexionar sobre qué tecnología habría que seleccionar, según las necesidades concretas, y qué metodología sería útil en esa práctica.

La siguiente infografía, en la que he utilizado elementos propios del cómic y el humor gráfico, muestra una comparativa entre los modelos educativos tradicionales, los nuevos modelos y las implicaciones tecnológicas que cada uno de ellos comprendería.

*Infografía basada en el cuadro de Alejandra Zangara sobre Modelos de enseñanza con la inclusión de TICs.

¿Por qué la tecnología puede aportar algo a la enseñanza de lenguas extranjeras?

Fundamentalmente, la necesidad de utilizar la tecnología en el aula no solo va a beneficiar y hacer más fácil ciertas tareas del docente, sino que el discente o aprendiente se va a sentir en un contexto de la realidad más actual que le va a ser familiar, motivándole a despertar su interés por aprender; al convertirlo en un aprendizaje significativo, desechando ese saber enciclopédico de métodos obsoletos basados exclusivamente en la memorización de datos.

Como señala Jordi Adell, es necesario desarrollar la competencia digital para saber manejar la tecnología tanto en la vida personal como profesional. Para ello, nos podemos valer principalmente de dos teorías del aprendizaje a aplicar en la enseñanza: el constructivismo y el conectivismo.

En cuanto a principios metodológicos, según Higueras (2004), estos deben estar relacionados con un enfoque comunicativo que fomente el aprendizaje colaborativo, el constructivo, y el aprendizaje significativo que ya se ha mencionado con anterioridad. El uso de la tecnología en clase va a hacer que, en ese acercamiento a la realidad más actual, el aprendiente se relacione con material auténtico, desarrollando así su aprendizaje autónomo, integrando nuevas y diferentes destrezas; incluso fomentando la interculturalidad al presentar de forma simultánea tanto contenidos lingüísticos como culturales en su contexto, ya que las nuevas tecnologías tienen la ventaja de integrar diferentes formatos (imágenes, sonidos, vídeos, etc.) de forma inmediata.

Bilbiografía:
-Higueras, M., 2004. Internet en la enseñanza de español. En: Vademécum para la formación de profesores. Enseñar español como segunda lengua (L2) / lengua extranjera (LE). Madrid. SGEL. Octava parte: Aplicaciones de las nuevas tecnologías (págs. 453-478).
-Instituto Cervantes, 2012. Las competencias clave del profesorado de lenguas segundas y extranjeras. Madrid. Disponible en web: Centro Virtual Cervantes.
-Zangara, M. A., 2009. Uso de nuevas tecnologías en la educación: una oportunidad para fortalecer la práctica docente. Puertas abiertas: Revista de la Escuela de Lenguas, n.º 5. [Disponible en web]

No hay comentarios:

Publicar un comentario