La importancia del espacio y el tiempo en la clase de ELE

El aula, referida al salón de clases, siempre ha sido el lugar esencial en el que se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje; por este motivo, el profesor debe conocer sus recursos y saber organizarlo de forma óptima.

En cuanto a la gestión del tiempo en una clase de idiomas, es preferible conseguir que sean los estudiantes los que hablen la mayor parte de este, de forma adecuada y centrada en lo que se pretende; y no en tanto el docente, cuyo papel en el aula es la de un protagonista más. Personalmente, este planteamiento ha hecho que me percate de que, al contrario de lo que se suele hacer, en la práctica se deberían aplicar métodos inductivos en lugar de deductivos, dejar de corregir constantemente al alumno y darle tiempo para pensar, es decir, respetar también sus momentos de silencio. Es algo que me gustaría llevar a la práctica cuando tenga la oportunidad.

Por lo que respecta a la gestión del espacio, he aprendido mucho sobre su importancia al realizar la actividad en la que he tenido que reflexionar sobre cómo sería mi salón de clases ideal, una utopía que me ha hecho ver que todo es relevante en la organización de cada cosa de la que dispongamos en el aula: la consideración de los espacios, que estén preferiblemente bien delimitados y tengan su función específica; el tipo de material que puede ser útil, sobre todo en estos tiempos de la era digital; el ambiente, esto es, adaptar el aula para que se respete la limpieza, el orden, para que el sonido llegue donde tiene que llegar, que la temperatura sea la idónea, los asientos adecuados y cómodos; que el mobiliario sea correcto para el tipo de actividades que se puedan llegar a realizar; que estas les sirvan, además, para retener conceptos, contenidos, adornando paredes con elementos significativos para su aprendizaje; incluso hay que pensar en los olores, ya que es algo que recordarán también cuando les venga a la memoria parte de lo aprendido.

Pero ¿qué hay de todo esto en entornos no presenciales o semipresenciales?
En los últimos años, estamos asistiendo al auge de la enseñanza online, más aún a partir de la pandemia que nos ha tocado vivir. En este sistema, el aula como espacio físico tiene menos sentido, pero lo virtual también tiene sus ventajas.

Respecto a la gestión del tiempo en entornos no presenciales o semipresenciales, quiero destacar el modelo de clase invertida, que no solo reduce la intervención del profesor, sino que fomenta el aprendizaje heurístico, permitiendo que sean los propios alumnos quienes aprendan de forma autónoma y colaborativa, haciendo que el docente tenga su verdadera función como guía del proceso de enseñanza-aprendizaje, convirtiéndose así en un protagonista más sin tener que ser el principal. Me parece necesario, además, aclarar aquí que la modalidad de clase invertida solo es aplicable con estudiantes adultos y adolescentes, que puedan tener ya cierto grado de autonomía en el aprendizaje. La importancia de señalar esto es porque últimamente (y a raíz de la pandemia, el confinamiento, el estar más tiempo en casa) los maestros de primaria están mandando en ocasiones demasiados “deberes” a los niños y niñas para hacer en casa, sin ser conscientes de que para realizar esos ejercicios van a necesitar la ayuda de un adulto (el cual, en ocasiones, no tiene por qué disponer del tiempo necesario para dedicarse a hacer actividades de ese tipo ni los conocimientos para realizarlas). Este apunte sería necesario tenerlo en cuenta si lo relacionamos con una clase de ELE; ya que, dependiendo de la edad del grupo meta, tendrá o no cabida la mencionada modalidad como para aplicarla.

Por su parte, el espacio físico se alterna con una plataforma virtual en Internet en el caso de clases semipresenciales, en las que se aprovechan las herramientas que ofrece la red junto con las ventajas que supone lo presencial, donde el estudiante interacciona con el resto de compañeros y el profesor, practica en tiempo real y aprovecha para plantear dudas y resolverlas. Aunque estas funciones de la clase presencial también se pueden adaptar hoy en día al espacio virtual, gracias a que cada vez hay más plataformas que incorporan aplicaciones de multiconferencia en vídeo. Además, la mayoría de clases online tienen la ventaja de que quedan grabadas y los estudiantes pueden verlas en otro momento y a su ritmo. Y en lo que respecta al orden, en este caso las sesiones deben estar ya programadas previamente, dando a conocer tanto contenidos y objetivos al alumnado como el funcionamiento del campus virtual o la plataforma que deberán emplear para sus estudios.

Bibliografía
-Dalia, A., Infante, L., Pastor, J., Rodríguez-Rey, C., 2011. Repensar el aula desde la creatividad. Un innovació dirigida por los usuarios. En: CINAIC. Madrid, 26, 27 y 28 de septiembre de 2011. (cinaic.net) [Disponible en web]
-Martínez, A., 2015. Flipped Classroom, ¿un nuevo enfoque para nuestras clases de ELE?. Difusión (difusion.com). [en línea]
-Ramos Álvarez, A., 2018. La gestión del aula de ELE en entornos presenciales. En: Asignatura Habilidades docentes y gestión del aula de ELE. Madrid: Universidad Nebrija. UD3.
-Ramos Álvarez, A., 2018. La gestión del aula de ELE en entornos virtuales. En: Asignatura Habilidades docentes y gestión del aula de ELE. Madrid: Universidad Nebrija. UD4.

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